Zongzi del Festival del Bote del Dragón (Mini cucuruchos de un solo bocado)
¿Cuánta gente aprende hoy en día de su madre o de su abuela a envolver zongzi para el Festival del Bote del Dragón? Si dejamos de lado la producción industrial en masa, ¿qué queda entonces de nuestra cultura y de nuestros recuerdos? El sabor de los zongzi industriales, ya cocidos y envasados al vacío, no es malo, pero ¿qué pasa con el sabor de casa? En toda China, las técnicas de envoltura, las formas, las hojas usadas y los sabores de los zongzi son distintos. En Jiangnan estamos acostumbrados a los zongzi triangulares, rellenos de cerdo, dátiles rojos, yemas saladas, judías rojas, etc. A mí me gustan sobre todo los zongzi sencillos, que se mojan directamente en azúcar. Hoy os voy a mostrar cómo hacer, con una sola hoja, un pequeño zongzi en forma de cucurucho. Cada pieza es un tierno cucuruchito que se disfruta de un solo bocado. ¿Cuántos de vosotros sois como yo y en realidad solo os gusta la puntita del zongzi?
Ingredientes
Pasos
Remojar el arroz glutinoso en agua durante varias horas. Remojar también las hojas de zongzi en agua limpia; esto ayuda a que se adhieran mejor entre sí y facilita el envoltorio.
Preparar los ingredientes para los distintos sabores que queráis hacer.
Si vais a hacer zongzi salados con carne, comprar panceta de cerdo, cortarla en trozos, sazonarla con salsa de soja y marinarla toda la noche.
Yo he comprado hojas de ruo anchas pero relativamente cortas, adecuadas para envolver un pequeño zongzi en forma de cucurucho con una sola hoja. Se pueden comprar envasadas al vacío en Taobao; son muy frescas y de un verde intenso. Mi madre compró en el mercado húmedo hojas de zongzi finas, largas y de un verde pálido, adecuadas para envolver grandes zongzi triangulares, usando tres hojas cada vez. Tomad una hoja de ruo: la base es más gruesa y dura, y la punta es afilada y blanda. Enrollad la hoja por la mitad formando un cucurucho, colocando hacia arriba la base más dura de la hoja.
Con la punta blanda de la hoja a la izquierda, envolver ese lado de la hoja alrededor del cucurucho, de modo que se ajuste bien a la forma.
Así obtendréis un cucurucho estrecho que se sujeta con una mano, como un cono de helado. Rellenadlo con el relleno que queráis: solo arroz glutinoso, o una capa de arroz con un dátil rojo en el centro, o pasta de judía roja. Para los zongzi de carne, mezclar el arroz con la marinada de salsa de soja de la carne y luego introducir juntos carne y arroz. Llenar el cucurucho hasta aproximadamente nueve décimas partes y presionar ligeramente con una cuchara para que todo quede bien compacto.
Ahora la punta de la hoja se encuentra a la derecha del "cucurucho". Con el pulgar, doblar esta punta y el borde de la hoja de ese lado hacia el centro sobre el arroz y presionar.
A continuación, doblar hacia arriba y por encima todo el borde más alto de la hoja del lado izquierdo, de modo que todo quede bien cubierto.
Todo el zongzi ahora parece una planta carnívora (planta jarra). Doblar hacia abajo la parte sobrante de la hoja de arriba, como si fuera una tapa, procurando que no quede ninguna rendija por la que pueda escaparse el arroz.
Envolver la parte sobrante de esta "tapa", que se encuentra en la base de la hoja de ruo, alrededor del cucurucho y apretar bien con la mano. Luego empezar a enrollar el centro con la cuerda gruesa de algodón para fijarlo todo bien.
Según la longitud de la cuerda, podéis atar varios zongzi pequeños a una misma cuerda de algodón o variar la cantidad de zongzi unidos para distinguir los distintos sabores.
De paso también he envuelto unos cuantos zongzi muy sencillos con la clásica forma del Festival del Bote del Dragón.
Colocar los zongzi en una olla y añadir suficiente agua para que queden completamente cubiertos. Cocer a fuego bajo o medio hasta que estén bien hechos. Probar uno con una brocheta larga de bambú; el tiempo de cocción depende del tamaño de los zongzi. Cuando la brocheta atraviese con facilidad, estarán listos.
Desenvolver las hojas y disfrutar. Los verdes son los "zongzi de cristal", envueltos con sagú verde tailandés; se ven muy bonitos y ofrecen un nuevo sabor de zongzi.
¡Estos pequeños bocados blancos con la puntita afilada son los que más me gustan!